Qué es la psicología y para qué nos sirve
A grandes rasgos podemos definir la psicología como una ciencia que se encarga de estudiar el comportamiento humano.
Esto nos sirve para poder ayudar y orientar a las personas que se encuentran, tanto atravesando situaciones muy difíciles y problemáticas en su vida, como para ayudar a aquellas que sin tener ninguna problemática en particular, tienen que enfrentarse, como todos, a la vida diaria con sus preocupaciones, pequeños conflictos, retos, manejo de emociones, de relaciones,…
Es decir, la psicología nos puede servir a todos, para ayudarnos a manejarnos en la vida de una forma más eficaz, tengamos serios problemas o no.
Yo realmente creo en que las personas podemos cambiar. Creo que cambiar y mejorar no sólo es posible, sino que además, uno de los objetivos más bonitos que nos podemos poner en la vida, es aprender y superarnos cada día para intentar ser mejores y más felices.
Y en ese sentido, la psicología tiene mucho que aportar, pues lleva ya muchos años de investigación y estudio para poder concluir cuestiones valiosas que nos puedan ser de utilidad.
Hemos de empezar diciendo que la psicología se va a centrar especialmente en trabajar a la persona desde dentro, pues entiende que la verdadera felicidad no está en cómo es tu vida, sino en cómo la vives.
Por eso por ejemplo, hay personas que consiguen todo lo que creían que deseaban en la vida y descubren que no son felices, o personas que aunque parezca que no tiene nada o que han vivido situaciones realmente difíciles, consiguen vivir la vida de forma plena y feliz.
Hay una frase (dicen que es de Einstein) que dice algo así como:
“Si el mundo que ves no te gusta, que sepas que no lo puedes cambiar,
más si cambias tu forma de verlo, si cambias tus pensamientos,
cambiará tu universo”.
Por ese motivo, la psicología en lo que se va a centrar es en modificar y mejorar procesos internos nuestra forma de pensar, de percibir, de relacionarnos, de vivir,… pues así como se consiguen hacer los verdaderos cambios y que van a repercutir también en el entorno.
Cuando alguien desea mejorar su vida, hacer cambios o simplemente tener una actitud sana para enfrentarse a los pequeños conflictos que puedan surgir, yo suelo hablarle de 4 requisitos básicos muy importantes. Son como los 4 pilares sobre los que vamos a empezar a construir lo demás.
1) TENER UNA MENTE ABIERTA (Mente): estar dispuesto siempre a aprender formas nuevas de hacer las cosas.
Muchos problemas psicológicos que nos pueden surgir tienen que ver con que a veces nos empeñamos en repetir una y otra vez patrones que no nos funcionan y sabemos que no nos funcionan pero no salimos de ahí.
Por ejemplo: aprendí, por cómo me educaron, que para ser bueno uno tienen que ser complaciente y estar siempre disponible para ayudar a todos… Y esto muchas veces está bien que así sea, pero otras me produce un desgaste enorme y me perjudica, sin embargo, no sé salirme de ese patrón o no sé cómo poner límites para no perjudicarme.
Tener una mente abierta es saber que existen otras formas efectivas de hacer las cosas, las haya yo descubierto aun o no, pero existen y que se pueden aprender. No me tengo que quedar haciendo lo que ya hago si eso no me vale porque pienso que no existen otras alternativas.
2) Mantener una actitud de CONFIANZA o de esperanza (Emoción): Sobre todo cuando tenemos que enfrentarnos a algún problema, la confianza en mí y en que yo voy a saber revolverlo y en que las cosas van a salir bien es muy importante. Suele decirse que la fé mueve montañas y es cierto. La confianza en que puedo o incluso que lo merezco es el motor que va a impulsar.
3) PASAR A LA ACCIÓN (Conducta): Una vez abro mi mente a aprender formas nuevas y mantengo una actitud de confianza en que puedo lograr cambiar y mejorar, he de tener el valor de pasar a la acción. No me puedo quedar esperando a que vengan otros a resolverme la vida. Esto tiene que ver con que yo soy la responsable de mi vida y si quiero cambios, tengo que hacer cambios. Esto no quiere decir que tenga que hacer grandes cosas, sino empezar con pequeños pasos, pequeños cambios. Como cambiar algún hábito, por ejemplo: si estoy muy agobiada, en lugar de quedarme dándole vueltas a lo mismo, salir a caminar, o si tengo una autoestima baja cambiar mi forma de hablarme a mí misma, o cambiar mi pensamiento y en lugar de pensar siempre en lo que no tengo, empezar a fijarme y agradecer lo que sí tengo,… en fin. A veces lo importante es simplemente empezar con algo e ir poniendo pequeños granos de arena hasta crear una montaña.
4) CULTIVAR UNA ACTITUD DE AUTO-OBSERVACIÓN (Atención): Esto tiene que ver con lo que hablábamos al principio sobre que la psicología va a modificar lo que hay dentro de mí, para producir cambios observables fuera.
Por la forma de vida que tenemos, las prisas y demás, estamos más orientados hacia lo externo que hacia lo interno. Muy pocas veces nos paramos realmente a observar lo que me ocurre o cómo me siento o cómo pienso. Y esto es algo imprescindible para poder evolucionar.
Desarrollar esta capacidad de mirar hacia adentro es el primer paso en cualquier proceso terapéutico o de cambio. Si yo me observo, me cuestiono y relexiono, no voy a poder cambiar.
Y tengo que empezar a tomarme un tiempo diario para ello.
Consiste en tomarnos 5 minutos al día, o al menos 5 minutos para empezar, aunque poco a poco podemos ir aumentando el tiempo, a reflexionar acerca de cómo ha ido o cómo nos está yendo el día. Pero no cómo me está yendo la vida en general, sino sólo el día de hoy, para centrarnos en el presente.
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